"...en la casa se supone que uno goza de la decoración más afín con el espiritu, de la música mas benefactora para la imaginación, de los sillones y cojines mas acoplados a las propias carnes y de los alcoholes más salutiferos y placenteros. Nadie va a venir a cambiar la botella de sitio, ni a quitar el disco con el que nos solazamos ni a decirle a uno que no coja el hielo con los dedos. La casa es el cubil de la fiera. No hay en ella lugar para los alcoholes adulterados nipara conversaciones inapropiadas o musiquillas chirriantes.
... la provisión de botellería ha de reposar en un mueble de dos piezas, colocado en un rincón al que no llegue la luz del sol. En la parte inferior, entre 24 y 36 botellas de vino - siempre el triple de tinto que de blanco- y en l asuperior, los alcoholes. Un caballero de gustos bien definidos debe contar con una procisión de alcoholes en la que no eche en falta el whisky (blended y malt), el bourbon, la ginebra (inglesa, holandesa y Giró), el ron (de jamaica y Venezuela) y el Calvados. Uno puede añadir a esta sucinta relación lo que le venga en gana. Pero no puede restar nada."
Aixo és un fragment del políticament incorrecte, blasfem i divertit llibre "La galeria de los borrachos" escrit per Eduardo Chamorro, editat per Penthalon ediciones al 1981.
Refrescant escrit on un frívol tema, amaga més coses de les que sembla, tot tractat amb elegància, humor i unes grans dosis de cinisme... si us cau a les mans, feu-li una ullada.
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